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El celibato católico: Origen, desarrollo histórico y verdad sobre este asunto (página 2)




Enviado por Heyssen Cordero



Partes: 1, 2

En lo que lleva consigo la castidad perfecta, fue introducido
por una costumbre que deriva ya del tiempo de los
apóstoles.[8] En efecto, partiendo de las
recomendaciones del apóstol Pablo, que prohibió a
los bígamos a aspirar ser anciano como registra la
epístola a Timoteo 3:2; Tito 1:6 y otros que muestran a
Pablo aconsejando esta práctica. Resulta Claro entender
que Pablo muestra su
preocupación por aquellas personas que deseaban ser
líderes de la iglesia
primitiva, la se sus tiempos, y no eran personas de buena
reputación, para no complicarlas cosas el apóstol
es claro y enfático en decir que el hombre que
desea el obispado desea algo bueno pero que tenga en cuenta
muchas cosas y entre ellas el ser esposo fiel y de solo una
mujer. La iglesia
en aquellos tiempos, podemos evidenciar, sintió la
necesidad de una pureza total en los que se dedicaban al servicio del
altar.[9]

EL CELIBATO
SACERDOTAL: SU
DESARROLLO HISTÓRICO

En el siglo II, la idea de castidad en los ministros del
Señor se abrió paso con evidente firmeza,
Tertuliano y Orígenes dieron fe del gran número de
aquellos que, recibidas las órdenes, abrazaban la
continencia total y perfecta. La ICAR reconoce con claridad que
no existió una ley
apostólica que impusiera el celibato, pero sí es
cierto, argumentan, por lo menos en la iglesia occidental que
ésta práctica era muy entendida y practicada ya a
fines del siglo III. [10]

Muchos cristianos de los primeros siglos, hombres y mujeres,
comenzaron a practicar los consejos evangélicos de
pobreza,
castidad y obediencia.[11]Los que observaban eran
tenidos en gran estima a pesar de todo[12]Esto es
entendible, en la actualidad hay líderes de la iglesia que
también no son casados y ejercen el liderazgo
aún siendo solteros como solía oficiar de sacerdote
el jefe de la familia
(presbítero o anciano), es natural que hubiese pocos
sacerdotes solteros.

Tertuliano en el año 200 DC. ("De Exhortatione
Castitatis") habla del gran número de sacerdotes que
vivían continentes, ya que habían elegido a Dios
por esposo. De igual modo Orígenes el apologeta por esa
misma época ("In Leviticum"), justifica así el
celibato sacerdotal: los sacerdotes de la Antigua Ley observaban
continencia alejándose de sus esposas durante el periodo
de sus servicios al
templo; los de la nueva ley no conocen tales inconvenientes, por
ser célibes.[13]

En la iglesia primitiva

En la iglesia primitiva sin embargo no existía la
prescripción del celibato para el sacerdocio. Tanto es
así que en la imagen de obispo
que encontramos como ya mencionamos se le aconseja a solo ser
esposo de una sola mujer y amarla como Jesús amó a
la iglesia y se entregó por ella según su
epístola a los Efesios 5:25.

En la iglesia de la patrística

En la patrística, los padres de la iglesia se opusieron
con fuerza contra
toda forma de pensamiento
que condenara al matrimonio[14]Esta, era una
tendencia dualista y rigorista ya estaba presente en la iglesia
de Éfeso, donde se hace referencia a algunos que
"prohíbe el matrimonio"
según 1Timoteo 4:3. No obstante Mifsud menciona que es eso
cierto sin embargo: "el matrimonio es bueno pero que la idea de
celibato es mejor" porque es Pablo mismo que aconseja
así.[15]

La historia de la
legislación eclesiástica sobre es tema del celibato
sacerdotal se remonta legalmente al siglo IV.[16]
De esta mantear a través de la historia se pueden detallar
lo siguiente considerando sólo las fechas más
importantes ya que este tema tiene documentación abundante de muchos concilios
donde abordaron este tema:

En el concilio de Elvira

En el concilio de Elvira, la más antigua
declaración canónica, canon 33 del concilio de
Elvira en el año 305 DC.[17] Realizado en
España
menciona de la siguiente manera: "Se ha decidido por completo la
siguiente prohibición a los obispos, presbíteros y
diáconos o a todos los clérigos puestos en
ministerio: que se abstengan de sus mujeres y no engendren hijos;
y quien quiera lo hiciere, sea apartado del honor de la
clerecía".[18]

Los sacerdotes aprobaron este dictamen en la mayoría de
regiones.[19]A partir de este momento
también, la legislación occidental del celibato
cuenta con una abundancia documental verdaderamente
extraordinaria. Ello prueba entre otras cosas que el tema fue de
gran importancia en esas épocas.[20]

En el concilio de Nicea

En el concilio de Nicea. Algunos años después,
Osio de Córdova intentó promulgar sin éxito
este decreto en el concilio de Nicea[21]el cual
dirigía Constantino "el grande" el emperador de Roma hacia el
año 324 DC. Ya que él proponía el celibato
para todos lo que trabajen en la iglesia, sin embargo este
concilio prohibió el matrimonio tras la recepción
de órdenes mayores; es decir, los obispos,
presbíteros y los diáconos no podían casarse
después de ser ordenados, sin prohibir la
ordenación de los que ya eran casados. En fin, en el siglo
IV el celibato sacerdotal ya era tomado como obligatorio.

Hacia finales del siglo IV

Hacia finales del siglo IV, tiempos del Papa Dámaso I
(366-384) o del Papa Siricio (384-399), Inocencio I y León
I, ordenaron el celibato al clero. Otros concilios locales en
África,
Francia e
Italia publicaron
decretos haciendo obligatoria esta práctica. Se conoce por
esto que apareció una ley de continencia para los
sacerdotes casados.[22] Pero se considera de mucha
importancia a dos decretales del Papa Siricio y las decisiones
del II Concilio de Cartago en el año 390 DC. Todos los
textos atestiguan claramente lo que podría llamarse una
disciplina de
la continencia (o castidad) perfecta, exigida a obispos,
presbíteros y diáconos, de los que se da por
supuesto, en general, de hombres casados que estaban al servicio
de la Santa iglesia.

Se conoce que los primeros siglos de la era cristiana la
iglesia así como el poder
político militar de Roma estaba dividido por muchas
razones, una de ellas la cultura
diferentes de ambos así como sus intereses propios, la
iglesia cristiana también estaba dividido no solo
territorialmente sino que doctrinalmente, es por esta
razón que es necesario mencionar qué es lo que
pensaban o cómo actuaban las dos iglesias (del Oriente y
del Occidente) con respecto al tema del celibato.

En Oriente

En Oriente, luego de diversas prohibiciones y concesiones, se
permitió, desde el siglo VII en adelante, a los Sacerdotes
y Diáconos, vivir con sus esposas si ya habían
contraído matrimonio antes de ser ordenados como
sacerdotes. De esta manera el celibato se convierte en requisito
fundamental para aquellos que han de ocupar los más altos
cargos de la iglesia, por lo demás es importante mencionar
también que jamás faltaron entre los religiosos
hombres que vivían en monasterios en los que se observaba
no sólo castidad sexual sino también pobreza y
obediencia[23]como los Ascetas por ejemplo que
buscaban la purificación progresiva y esfuerzo constante
para conseguir un ideal moral y
agradar a Dios no importando qué cosas tenían que
sacrificar y abandonar. Recibieron varios nombres los que lo
practicaron: confesores (confiesan su fe), los continentes
(practican la castidad) y los ascetas. A las mujeres se les da el
nombre de: esposas de Cristo, siervas de Dios o vírgenes
consagradas.[24]

Los ascetas, aunque no tenían una estrecha
relación entre los cargos más importante del clero
nos dan a entender que esta enseñanza no era desconocida y al mismo
tiempo también son vinculados como el primer grupo de
personas que aceptaron el llamado de ser célibes pues
entre sus creencias consideraban que era de suma importancia
alejarse todo lo que tenga que ver con satisfacción de yo,
y abnegarse a todo lo que te distraiga de la comunión
personal con
Dios en cumplimiento dicen ellos de Marcos 8:35.

En el 692 DC. en el sínodo de Trulla se llegó a
una legislación que parafraseado mencionaba que los
obispos estaban obligados a vivir en continencia por lo cual el
clero vio conveniente elegir para el ministerio a monjes;
mientras que los sacerdotes, los diáconos y
subdiáconos no podían casarse después de la
ordenación, pero si ya estaban casados podían
seguir viviendo con sus esposas e incluso manteniendo relaciones
sexuales.[25]

En el Occidente

La ley del celibato fue promulgada por la iglesia latina
primero de forma implícita en el primer concilio de
Letrán hacia el año 1123 de nuestra era, bajo el
Papa Calixto II, y más tarde explícitamente en los
cánones 6 y 7 del segundo concilio de Letrán 1139
bajo el Papa Alejandro II. Mientras el primer concilio
sólo habla de la disolución matrimonial de los
clérigos mayores, el segundo decretó la invalidez
del matrimonio. Es decir, se llegó a la conclusión:
"los matrimonios de subdiáconos, diáconos y
sacerdotes después de la ordenación son
inválidos: y los candidatos al sacerdocio que ya
están casados, no pueden ser ordenados. Esta
decisión fue confirmada por Alejandro III en el año
1180 y Celestino II en 1198.

El concilio de Letrán, afirmando la invalidez del
matrimonio en el caso de los clérigos con órdenes
mayores o de los religiosos con votos
solemnes.[26] Edward Schillerbeeckx menciona
(parafraseando) que antes del siglo XI esta enseñanza del
celibato para los sacerdotes era si bien es cierto siempre
promulgada y confirmada, sin embargo era siempre adoptada
parcialmente, y de ello eran consientes las autoridades.
Después de haberlo intentado de muchas maneras imponiendo
sanciones económicas y multas, recurren al medio
más drástico recién en el año 1139,
fue en este año como ya se mencionó que el
sacerdocio se convirtió en un impedimento para que el que
ejerza este cargo el matrimonio y solo los solteros podían
ser ordenados. Además no es solo por puro gusto sino
porque mantiene una motivación netamente espiritual de servicio
completo a Dios, es decir la pureza ritual y la desconfianza
hacia lo sexual, es esto lo que explica la ley del celibato para
el sacerdocio católico romano.[27]

Posteriormente al concilio de Letrán I con la ley de
celibato, algunos de los sacerdotes satanizaron el sexo, es decir
que argumentaban que la sexualidad era
producto del
pecado y cosa
de demonios sin embargo esa no era la verdadera razón del
celibato. En el concilio de Letrán II que se
realizó ya en el siglo XII casi un siglo después
del primer concilio en Letrán se promulgó
oficialmente dicha ley, expresada claramente enfatizando que era
por cuestiones de pureza para el sacerdocio y no para otra cosa
desviada de doctrina. Edward menciona lo siguiente: "Con el fin
de que la lex contineniae y la pureza, tan agradable a
Dios, aumenten entre los clérigos y consagrados,
establecemos..La ley del celibato como instrumento eficaz para
cumplir de una vez la ley de la
continencia".[28]Sin embargo este concilio llevado
a cabo el años 1545-63 aproximadamente confirmó que
la enseñanza era del clero por ley de la iglesia y no por
la ley de Dios.[29]

Este en este periodo de la edad media
aproximadamente donde ocurrió la reforma protestante por
muchos hombres tales como Calvino que se atrevió a decir
que el celibato no debía ser juzgado como mayor de los
méritos que el estado del
matrimonio, y protestó contra el
desprecio[30]que generalmente le daban algunos
fanáticos católicos tales como Jerónimo que
argumentaba que el matrimonio "era una relación
impura"[31], de esta manear también
Marín Lutero en su lucha contra la Roma Papal denuncia
injusticias e incumplimiento de sus propias leyes y
más aún de que esas leyes no tiene sustento
bíblico ni apoyo de Dios en su
realización[32]

Como es de suponerse a raíz de la reforma de lutero y
de otros hombres que la precedieron y la continuaron esta
enseñanza netamente católica se vio en muchas veces
a ser derribada, pero sigue manteniendo hasta hoy su validez tal
como en el concilio de Trento II se acordó, claro que es
importante decir que esta práctica de la ICAR está
sujeta la absolución si ella si lo creyese
oportuno.[33]

EL CELIBATO
SACERDOTAL: EN EL SIGLO XXI

Podemos entender que esta ley del Celibato de la ICAR puede
ser abolida como menciona este fragmento de un artículo:
"habría que especificar que el deber de celibato no forma
parte de la naturaleza
intrínseca del sacerdocio, sino que se trata de una gracia
añadida que la Iglesia reconoce como ideal para el
desempeño del ministerio. Ideal, y en estos
momentos, obligatoria según las leyes
eclesiásticas, que no deben sin embargo considerarse leyes
divinas."[34] O más aún como
menciona Robert G. Clouse, actualmente la ICAR juzga útil
el celibato de los ministros por cuanto les concede mayor
libertad para
el servicio de Dios, aunque también afirma que la iglesia
puede anular esta regla cuando lo decida.[35]

Al respecto, es de gran importancia mencionar que el Papa
Pablo VI se pronunció ante este tema en Junio 24 del
año 1967 en una Encíclica: "sacerdoialis
caelibatus": El Celibato Sacerdotal hoy. Donde expone
todo un argumento detallado del porqué es que la ICAR
sigue ese principio de fe, esta tesis empieza
así: "A los obispos, a los hermanos en el sacerdocio a los
fieles de todo el mundo católico. El celibato sacerdotal,
que la Iglesia custodia desde hace siglos como perla preciosa,
conserva todo su valor
también en nuestro tiempo, caracterizado por una profunda
transformación de mentalidades y de estructuras".[36]

También, El Papa Juan Pablo II dice en la carta
apostólica Mulieris Dignitaten # 20: "El celibato
por el reino de los cielos es una gracia especial por parte de
Dios, que llama a una persona
determinada a vivir el celibato. Si este es un signo especial del
Reino de Dios que ha de venir, al mismo tiempo sirve para dedicar
a este reino escatológico todas las energías del
alma del
cuerpo de un modo exclusivo durante la vida
temporal".[37] El Papa que vivió no hace
mucho, entendía que el celibato era algo precioso de esta
manera dice que con Cristo ha entrado una novedad de vida.
Allí donde el Génesis decía que no era bueno
que el hombre
esté solo, san Pablo llega a afirmar de que es bueno para
el hombre estar solo (1 Corintios 7, 25-26). Queriendo dar a
entender además que es como una forma de testificar su
importancia al igual que Jesús por las ovejas cumpliendo
así su labor como buen pastor despojándose de
sí mismo para cumplir fielmente su llamado.

La Iglesia Católica Apostólica Romana, reafirma
este dogma de manera tajante para los sacerdotes que ministran en
la obra de Dios y su iglesia, de esta manera todo aquél
que desea el obispado buena obra desea pero es necesario que
adopte el don del celibato, que según llama la ICAR es una
manera especial de servir el cual es honrado y bueno ante los
ojos de Dios. Pues no existe ataduras para servir, no hay
distracciones, sólo existe Dios y su relación con
el sacerdote.[38]

EL CELIBATO
SACERDOTAL: RAZONES MISIOLÓGICAS

El celibato no es una practica común, no es un mero
soltero, el soltero no se ha casado aún pero tal vez
pronto lo haga y no hay para él ninguna
prohibición, pero el célibe hace de este un
estilo de vida
sin problemas;
voluntariamente busca quedarse soltero por la causa del servicio
de Dios, trabajando con familiares necesitados, ciencia,
etc.[39] Es importante mencionar que el
célibe no menosprecia el matrimonio sino que lo venera
como a "sacramento grande" pero no se siente con vocación
para aceptarlo; o bien las circunstancias le indican que no debe
adoptar.[40]

El sacerdote célibe no es un señor cualquiera
según la ICAR que de la noche a la mañana ha
decidido ser así sino que responde a un llamamiento,
reflexión y prueba antes de que llegue a ser sacerdote. No
hay que entender el celibato solamente desde la óptica
de la renuncia sino más bien como medio y como fuerza
capaz de mayores posibilidades y afirmaciones, como una exigencia
de vida para el desarrollo
armónico del hombre.

En el sentido cristiano, el celibato no puede reducirse al
mero hecho de no contraer matrimonio, es preciso que obedezca a
una llamada especial de Dios, para dedicarse, plenamente a su
servicio dentro de esa condición de célibe (1
Corintios 7, 7). La renuncia al matrimonio, bendecido por la
Iglesia como camino de santidad para muchos cristianos, es un
presupuesto, que
adquiere toda su plenitud y profundidad de significado por el
hecho de que es un carisma especial, un don recibido de Dios,
para el mejor cumplimiento de la misión que
cada uno ha recibido. Aunque no pertenece a la constitución esencial de la Iglesia, el
celibato sacerdotal no es una adherencia histórica
pasajera, es fruto de la acción
del Espíritu en la Iglesia y una manifestación
vital del desarrollo de la semilla que tiende a convertirse en
árbol frondoso (Mateo 13, 31-32).[41]

El celibato favorece a la creación de un estilo de
relaciones
humanas, que es propio de la vida escatológica.
Allí cada bienaventurado tendrá la capacidad de
encontrar en totalidad y plenitud a todos los demás,
más allá de la genitalidad sexual, que actualmente
es el signo más profundo y más habitual del
encuentro humano. El consagrado, también quiere con su
estado
testimoniar que los lazos interpersonales realizados más
allá de la "carne y la sangre", son
amables: su celibato quiere ser como una especie de sacramento
del encuentro futuro con Dios y con los hombres en
Cristo.[42]

Dadas las exigencias psico-sociológicas actuales el
celibato parece estructurarse de una manera autentica, siempre
que se manifieste como: Expresión de caridad verdadera y
en una comunión de amistades
humano-espirituales.[43] Es decir, en primer
lugar, la caridad es el alma del celibato, consagrado, la caridad
que brota del ministerio pascual se difunde en el corazón
consagrado y de esta manera estará apto para servir a la
comunidad de
la iglesia; el celibato adquiere su autentica razón en
preselectiva del trabajo
apostólico. El celibato consagrado tiene valor
salvífico en cuanto que indica mayor disponibilidad en las
relaciones sacerdotales con Cristo; en cuanto expresa un
particular entrega apostólica, sirviendo a la iglesia a
tiempo y fuera de tiempo tal como Cristo lo hizo. En segundo
lugar, es un carisma especialmente comunitario y eclesial, el
célibe está llamado para hacer una suave amistad con la
comunidad eclesiástica, en el amor
serenante a los feligreses, el célibe ha de comprometerse
a ser un amigo sano y espiritual. Pero para ello debe sentirse
integrado en la amistad íntima con
Cristo.[44]

En conclusión, el celibato según la ICAR
responde al llamado de Dios, al amor sano y
sin malicia por el prójimo y la entrega total a la obra de
Dios y su ministerio terrenal, así como a ser como
Jesús fue, porque sobre ellos está la
intercesión de los feligreses ya que ellos son los
sacerdotes que Dios tiene sobre esta tierra a favor
de las almas pecadoras. Además la vida de la Virgen
María es venerada por los sacerdotes pues es ella
quien les ayuda a cumplir su voto, pues muchos puntos en
común tienen los sacerdotes con "la virgen María",
ambos engendran y dan a Jesús al mundo, ambos le llevan
entre las gentes para bendecir, perdonar, hacer el bien. Y en la
hora del sacrificio, ambos a los pies de la cruz, perdonan, como
Él, y oran por los hijos
extraviados.[45]

EL CELIBATO
SACERDOTAL: RAZONES TEOLÓGICAS

En el Antiguo
Testamento
en Números 6, se dan normas respecto a
los hombres y mujeres consagrados a Dios, pero esta no es
más que una tosca figura de la consagración total
que brinda a Dios los sacerdotes y nuestros
religiosos.[46]La legislación referente al
deber de continencia de los sacerdotes judíos
durante su servicio en el templo, se asemeja ya más a
nuestro celibato clerical. No existe ni una sola palabra que
mencione célibe exactamente, ni una sola palabra en
hebreo, y en el pensamiento hebreo eso no tiene validez ya que
era muy importante para ellos la descendencia. Y el hecho de no
tener descendencia constituía una desgracia, así
como tuvo que experimentar por el resto de sus días la
hija de Jeffté[47]Con todo, puede decirse
que la ley antigua se desconoció del celibato virginal. Ya
que no era como la ICAR lo pone en práctica.

En el Nuevo Testamento, esto se da con
más énfasis, pues parece ser más ambivalente
en materia de
matrimonio. Por un lado, algunos de los apóstoles eran
casado (Mateo 8:14; 1 Corintios 9:5) y Pablo recomienda el
casamiento a los dirigentes de las iglesias en 1 Timoteo 3:1,
pero por otro lado se destacan los valores de
la virginidad o castidad. Aparte de los ejemplos de Cristo,
María y Juan el Bautista, hay una enseñanza del
mismo Jesús de que el celibato es un medio de consagrarse
uno mismo a Dios tal como menciona en Mateo
19:12.[48] Y Pablo en su epístola la los
Corintios 7:26-35, menciona que el celibato es una mejor obra que
el matrimonio, pues la condición para una mejor y
ferviente consagración a Dios dado a que evita enredos
terrenales y e incita a prepararse para la venida de
Jesucristo.

Jesús y el celibato

La continencia perfecta es referida claramente a la figura de
Jesucristo, que lleva a plenitud la Ley y también el
sacerdocio, e inaugura la forma de vida de la perfecta castidad
"hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el
Reino de los cielos" Mateo 19:12. Los textos solían
referirse también, en segundo lugar, a los doce mismos,
que han dado ejemplo del verdadero seguimiento, dejándolo
todo: casas, hermanos, hermanas, padres, madres, hijos o hacienda
por el nombre de Jesús.[49]

Según la Biblia, dice Caraballo, no todos están
capacitados para abrazar el celibato; no todos "son capaces de
entenderlo". Y en segundo lugar: hay quienes le abrazan "por el
reino de los cielos", por alcanzarle ellos mismos y por
hacérselos alcanzar a los demás. A estos
últimos "les ha sido concedido" la senda de la virginidad
para una misión del todo especial. Jesús mismo se
presenta en la Biblia como célibe[50]y
muchas personas han abrazado esta práctica queriendo
seguir los pasos de Jesús. Él exaltó la
virginidad y la amó en su más elevada
expresión, ésta flor es la que trajo desde el cielo
a la tierra,
Él fue quien abrió la virtud de esta flor, pues en
su nacimiento renunció a todo y se sometió a todo,
pero se rodeó de virginidad: Virgen la Madre, virgen el
custodio, virgen el Precursor (Juan el Bautista), para su
misión escogió apóstoles vírgenes, o
que lo hubiesen sido después del
matrimonio.[51] Jesús vivió por el
cumplimiento de la voluntad del Padre, en una actitud
constante de filiación íntima con Él. A la
vez se relaciona con los hombres en términos de hermandad.
He aquí dos de los rasgos que resaltan en Jesús con
respecto al celibato: Filiación y hermandad. Jesús
no tenía casa, pero tenía la casa de Pedro o de
Lázaro, para vivir de vez en cuando, su familia era su
madre, sus primos, María Magdalena, Martha, y más
de cerca sus discípulos Jesús mismo entonces es el
ejemplo para ser un célibe pues se entregó
completamente a la misión, y esa es una de las
motivaciones y tal vez la más pesante para esta
práctica.

Pablo aconseja el celibato

En las enseñanzas de Pablo de Tarso se descubría
luego la realización de esta forma de vida
apostólica: también Pablo sigue a Cristo
célibe, "libre de preocupaciones" con respecto a las cosas
del mundo y entregado de todo corazón al Señor 1
Corintios 7:32-34 y de esta manera aconseja a la iglesia que
mejor es estar soltero al servicio de Dios que casarte para estar
con preocupaciones.[52] Reconoce además que
es célibe pues imita a Jesús.[53] Su
testimonio sobre los demás apóstoles, que llevan
consigo una "mujer hermana" 1 Corintios 9:5, nunca fue
comprendido en referencia a una presunta vida matrimonial. Al
contrario, el ejemplo de Pablo muestra cómo el ministerio
apostólico vive un amor celoso por la Iglesia, para
presentarla como "casta virgen" a Cristo 2 Corintios 11:2;
Efesios 5:25-32. La enseñanza de las pastorales era
comprendida en el mismo sentido: Pablo pide que los candidatos al
episcopado, presbiterado o diaconado sean "unius uxoris
vir"[54], para indicar que habían de ser
personas capaces de guardar la continencia, cosa que no se
podía esperar en otros casos.

Juan en el Apocalipsis

En el capítulo 14, menciona a los 144000 que no se
contaminaron con mujeres y que son vírgenes, la ICAR dice
que ellos son los célibes [55]al igual:
menciona Caraballo, que en los versos 3-5 el galardón de
quienes se han mantenido vírgenes.
[56]Finalmente, la autoridad
eclesiástica no puede dar ni imponer aquello sobre lo que
no tiene capacidad de disponer, lo que si puede, es establecer la
condición de haber recibido este don para tener acceso a
las órdenes sagradas. Y esto es lo que hace la ley del
celibato, con ella la jerarquía que custodia y administra
los sacramentos instituidos por Jesucristo, decide no conferir el
sacramento del orden sino a aquellos que hayan recibido el
carisma de la perfecta continencia y libre y responsablemente se
comprometa custodiarlo y cultivarlo. Es un don y milagro del
Espíritu y para todos los efectos un
carisma.[57]

EL CELIBATO
SACERDOTAL: ANTE LA VERDADERA
LUZ, LA BIBLIA Y SOLA
ELLA

Como hemos podido observar en los capítulos anteriores,
la ICAR cree fehacientemente que el celibato es una buena
práctica, casi 1700 años después del
concilio en Elvira- España, donde se legisló por
primera vez los documentos de la
ley del celibato, y no pasaba de ser un consejo que era acatado
en forma parcial y no practicada por la mayoría de los
sacerdotes, hoy es aceptado por la ICAR.

Además, aproximadamente 2000 años hace que
Jesús pronunció las palabras elogiando al buen
siervo que deja todo por seguir a su nombre en Mateo 19:12 y que
Pablo haya aconsejado no casarse como un medio de
consagración y entrega total a la obra de Dios en
1Corintios 7:26-35, hoy estas son las declaraciones base para la
ley del celibato. La ICAR hace obligatorio el celibato a todos
los que se consagran para funciones
religiosas.

Ante esto Juan C. Barreto, responde enfáticamente:
"Doctrina de demonios. Cuando el apóstol, hablando
proféticamente, dijo que vendrían tiempos cuando se
estableciera el celibato y se prohibiría participar de
determinadas viandas, a estas prácticas las
calificó duramente llamándolas doctrina de demonios
en 1Timoteo 4:1-5.[58]

Así, dentro de la
organización de la ICAR hay millares de curas, monjes
y monjas que viven engañados en la creencia de que con sus
votos se hacen más agradables a Dios, cuando en realidad
lo están ofendiendo al oponerse a las Sagradas Escrituras
y a las leyes naturales de Dios que son ley de Dios
mismo.[59]

En el Antiguo Testamento en el primer libro, Dios
dijo que "no es bueno que el hombre esté solo; le
haré ayuda idónea para Él (Génesis
2:18). Esta es la ley que Dios dijo al hombre que "se
unirá el hombre a su mujer y serán una sola carne"
un matrimonio, implica el abandono de la castidad para el hombre
y de la virginidad para la mujer. Y de
allí que vivan felices, sanamente. De esto no pueden ser
ajenos los pastores del rebaño de Dios, quienes necesitan
más que nadie de ayuda idónea, con la cual deben
formar familias modelos para
los demás feligreses. También el Rey Salomón
escribió en Proverbios18:22 "El que halló esposa
halló el bien, y alcanzó la benevolencia del
Señor." "Goza de la vida con la mujer de tu juventud que
amas" Eclesiastés 9:9.

En Hebreos 13:4, se explica mejor este asunto, "honroso es en
todo el matrimonio, y el hecho sin mansilla; a los fornicarios y
a los adúlteros juzgará Dios." Tan honroso es que
Pablo dice que es el símbolo de la unión entre la
iglesia y Cristo. Efesios 5:23-25.

Sin embargo aunque haya evidencia bíblica que apoyen al
matrimonio, es de saber que la ICAR no está en desacuerdo
con el matrimonio, sino que ellos no aceptan una vida al servicio
de Dios unida al placer sexual, y es que tiene que ver mucho con
su concepción de pecado, ya que ellos creen que el pecado
original del hombre, fue el que Adán haya tenido
relaciones sexuales con Eva, esta es una filosofía dualista gnóstica que se
introdujo en la iglesia ya en los tiempos de Pablo, porque eran
cristianos que venían con raíces y pensamientos
griegos, ello creían que el cuerpo es malo, la carne es
mala, es perversa, mas el espíritu es bueno. De esta forma
pues, San
Agustín planteaba el pecado original en el Edén
y satanizaba el placer sexual y la vida matrimonial
especialmente.

Los filósofos paganos, enseñaban que el
cuerpo era prisión del alma, y el asiento de todo lo que
hay de malo y pecaminoso en el mundo; que para alcanzar la
perfección había que abstenerse de cosas que el
cuerpo desea, y en esta abstención entraba el celibato y
privarse de alimentos
delicados y buenos que debían ser sustituidos por cosas
inferiores, etc. [60]

Con respecto a lo que Pablo mencionó en su Primera
Epístola a los Corintios en el capítulo 7, es mal
entendido y tenido por asceta mezquino que despreció a las
mujeres y aconsejó contra el matrimonio. Más al
contrario, aconsejó el matrimonio como norma para todos
los cristianos y no consideró que el celibato supusiese
una virtud moral superior. Esta verdad fundamental debería
tenerse bien en cuenta al leer todo este capítulo e
interpretar todo lo que pablo tiene que decir en cuanto a dicho
tema.[61]

No podemos negar tampoco que el Apóstol haya tenido sus
inclinaciones o preferencias por el celibato a fin de verse libre
de inquietudes y decepciones. Aunque considera excelente el
celibato, afirma que el poder vivir como tal es un don especial.
Pero los que no poseen ese don es mejor que se casen. La
enseñanza del apóstol es obviamente sana, y
razonable. Es absurdo insistir en que todos se cases. Algunos
pueden ser felices siendo célibes, la norma general sin
embargo es el matrimonio.[62]

Es importante aclarar que la interpretación de la profecía
según la ICAR de Apocalipsis 14:1-5 debe tomarse como
figurativamente, pues el libro de Apocalipsis es un libro
profético cuya característica es usar símbolos o figuras para presentarnos
verdades grandes, si se toma ese texto como
literal estaríamos aceptando que: (1) el matrimonio es una
contaminación, pues el texto dice: "los que
no se contaminaron con mujeres"(2) que sólo los hombres
seguirán a Cristo o al cordero, (3) y que solo las
vírgenes podrán seguir al cordero. Y así
enumeraríamos muchas otras más razones contra las
absurdas interpretaciones de algunos teólogos de la
ICAR.

Finalmente: "Si alguno desea obispado, buena obra desea,
conviene pues que el obispo sea irreprensible, MARIDO DE UNA SOLA
MUJER (este es el requisito en contra del celibato obligatorio
para ser sacerdote), solícito, templado, compuesto,
hospedador, apto para enseñar, no amador al vino, no
heridor, no codicioso, no litigioso, ajeno de avaricia, que
GOBIERNE BIEN SU CASA, que tenga SUS HIJOS EN sujeción con
toda honestidad,
porque el que no sabe gobernar su casa cómo pues
gobernará ala iglesia de Dios? 1Timoteo 3:1-5.

EL CELIBATO
SACERDOTAL: ANTE LA
SOCIEDAD MODERNA

En un mundo cambiante y poco conservador, el tema del celibato
sacerdotal no pasa de ser un dogma absurdo, y esto porque
después de varios siglos, el clero no ha sido consecuente
con lo que dicen ser. ¿Quién puede desconocer las
historias de sacerdotes que mantienen relaciones afectivas e
íntimas con mujeres habiendo hecho un voto de castidad
perpetua para entregarse como Cristo se entregó a la
iglesia despojándose de todo para servir bien.

Hoy en el siglo XXI, la sociedad menos
conservadora apoya a un celibato voluntario, en otras palabras
que el clérigo pueda ser casado si lo desea sin ser
excomulgado por esa decisión. De esta manera se
evitaría los diversos problemas de denuncias en contra de
los clérigos relacionados con sexo y abuso sexual a
niños
incluso.

Las fuertes presiones de la sociedad para que se elimine el
celibato es una realidad innegable, ente esto el vaticano
menciona que esas son las voces de
Satanás que desea que el sexo impere en las vidas del
sacerdote y no haga ni cumpla con su parte en la obra de Dios y
la santa iglesia.

Así, el celibato hoy es un dogma muy acusado por que
sus frutos han sido malos, y se ha demostrado que el celibato no
es una buena opción si el don de Dios no es realidad en la
vida de un hombre llamado para un fin especial.

CONSECUENCIAS DEL
CELIBATO SACERDOTAL
OBLIGATORIO[63]

No hay dudas que de todos los célibes de la ICAR,
existen hombres que realmente tienen la vocación a su
ministerio. No obstante al inicio mismo de comenzar a caminar la
vocación, el postulante se encuentra con una irrenunciable
directiva: deberá permanecer célibe (total
abstención de toda relación sexual) por el resto de
su vida y ese "mandato" ante cualquier persona parece
descabellada, pero el que anhela obispado debe seguir ese
sendero. La ICAR enfoca este requisito de la siguiente
manera:

Los consejos evangélicos están propuestos en su
multiplicidad a todos los discípulos de Cristo. La
perfección de la caridad a la cual son llamados todos los
fieles implica, para quienes asumen libremente el llamamiento a
la vida consagrada, la obligación de practicar la castidad
en el celibato por el Reino, la pobreza y la
obediencia. La profesión de estos consejos en un estado de
vida estable reconocido por la Iglesia es lo que caracteriza la
"vida consagrada" a Dios (cf. LG 42-43; PC 1). (Catecismo
915).[64]

En otras palabras, esta Institución obliga a estos
hombres a permanecer célibes a perpetuidad, confundiendo y
mezclando grave y peligrosamente lo que es puramente
vocación humana (servir a Dios) con el don Divino de
abstinencia y celibato, reservado y adjudicado de manera
específica según la Autoridad Soberana de Dios, y
no por el verdadero ejercicio de la vocación canalizado a
través de la inscripción en un seminario, ya que
escrito está:

En cuanto a las cosas que me escribisteis, bueno le
sería al hombre no tocar mujer; pero a causa de las
fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga
su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber
conyugal, y asimismo la mujer con el marido… No os
neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo
de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la
oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente
Satanás a causa de vuestra incontinencia. Pero esto digo
por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera
más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada
uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y
otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que
bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de
continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse
quemando. (1ra. Corintios 7:1-9).

En ese contexto, el cumplimiento de este requisito sacerdotal
ha sido cuestionado por la sociedad por varias décadas y
hasta siglos. Esto por razones pesantez y muy graves, desde las
acusaciones al clero de vivir una vida doble, es decir, aparentar
ser célibes cuando no lo son. De esta manera por ejemplo:
el sacerdote de la iglesia teniendo una relación
sentimental y sexual con las monjas o mujeres que civiles, yendo
de por ende en contra de los principios que
ellos con tanta fuerza pregonan. Las acusaciones y denuncias son:
adulterio,
fornicación y hasta la violación a menores de edad,
llámense niños, convirtiéndose de esta
manera en pedófilos. A continuación dos comentarios
fragmentados que dicen fuertemente sobre esto:

En la actualidad, a un sacerdote que participa en inmoralidad
sexual raras veces la Iglesia lo expulsa del sacerdocio o lo
excomulga. En cambio, lo
transfieren a otra parroquia y quizás lo pongan bajo
tratamiento psicológico (muchas veces como útil
excusa para encubrir sus delitos
sexuales). A los sacerdotes que dichos centros de tratamiento
declaran curados (por ejemplo, a los Siervos del Paracleto en
Jemez Springs, Nuevo México)
los han reasignado a otras parroquias donde han abusado
más víctimas. (Our Sunday Visitor, 27 Febrero 1994,
pág. 5 y National Catholic Reporter, 7 Enero 1994,
pág. 9)

A pesar de que Roma oficialmente condena la
fornicación, miles de sus sacerdotes participan en
relaciones sexuales fuera del matrimonio. Un periódico
católico nacional informó que: "Siete mujeres
francesas… compañeras de sacerdotes [a] quienes… se
las obliga a 'vivir clandestinamente, para toda la vida, el amor
que comparten con un sacerdote' [y quienes] representan a miles
de mujeres en relaciones similares… llegaron al Vaticano el 20
de agosto. [Le] Pidieron al Papa que… investigara la realidad
que enfrentan 'miles de sacerdotes' compañeros que viven
en las sombras, a menudo con la aprobación de superiores
eclesiales, y por los niños que… son criados sólo
por sus madres solamente o son abandonados". (National Catholic
Reporter, 3 de septiembre de 1993).[65]

Finalmente podemos decir que el celibato sacerdotal
tristemente tiene una reputación contraria a su objetivo real,
que es sinónimo de consagración a Dios
completamente, mas en la actualidad el celibato es probablemente
por las cosas que suceden un impedimento para la
realización de un ministerio ideal en la ICAR. Ellos,
deberían entender que el celibato no es la mejor forma de
llevar un ministerio rico y próspero. Ya que en nada puede
asemejarse con el ministerio de Cristo al cual ellos imitan
según dicen.

CONCLUSIONES
GENERALES

  • 1. El Celibato como hemos visto, es una
    enseñanza tiene en parte como fuente de origen la
    Biblia, sin embargo no está bien entendida, ya que
    tanto como Jesús y Pablo no dejaron como mejor
    opción el celibato

  • 2. El celibato es un don dado por el creador mismo y
    solo de esta manera puede ser un verdaderamente un
    célibe, pues no hay ningún interés por
    la sexualidad ni el matrimonio, pero si no se tiene el don,
    mejor es casarse a quemarse.

  • 3. El celibato es un enseñanza que tiene en
    parte su origen en la Biblia dijimos, pero que con la entrada
    del paganismo a la misma, se introdujeron ideas dualistas
    griegas, y de esta manera alimentó esa mala
    compresión de la palabra de Dios desde el
    Génesis hasta el Apocalipsis, dando a entender que la
    sexualidad es pecado por cualquier lado, sea fuera o dentro
    del matrimonio. Pues ello obedece a los deseos de la carne y
    todo lo que la carne quiera es malo y pecaminoso.

  • 4. La iglesia Católica Apostólica
    Romana, reconoce claramente que el celibato no es una
    práctica impuesta por los apóstoles ni por
    Cristo, si no que es netamente de la Iglesia o del clero.

  • 5. La ICAR reconocen y enseñan que el celibato
    es voluntario, y obedece al un llamado de Dios al servicio de
    su obra a tiempo y fuera de tiempo, sin preocupaciones y
    distracciones sino que entregado puramente al servicio del
    Señor y de su iglesia.

  • 6. La ICAR no desprecia al matrimonio como tal, pero
    considera malo y no apto para quienes aspiren ser sacerdotes
    y los que ya lo son.

  • 7. El celibato, no es obligatorio, pero una vez que
    llegas a ser sacerdote después de 12 años de
    preparación y prueba para el ordenamiento como tal es
    un pecado grande y abominable ante Dios, el romper este
    voto.

  • 8. El celibato debe ser motivado por el amor a Dios
    en primer lugar y el amor a las personas, así como
    Cristo lo hizo.

  • 9. El celibato tiene su inspiración en
    Jesús, él es el máximo ejemplo para los
    célibes y aspirantes.

  • 10. A través del celibato uno alcanzará
    poco a poco la perfección que Dios quiere y
    serás más acepto a Dios, y así poder
    ministrar le iglesia.

  • 11. Un sacerdote célibe cumple la
    función de cristo de perdonar, orar e interceder por
    los pecadores.

  • 12. El celibato constituye una severa
    rectificación de la naturaleza humana que sólo
    unos pocos elegidos pueden afrontar sin grave menoscabo; esos
    pocos elegidos siempre serán los sacerdotes entregados
    con mayor esmero a su ministerio, pues no habrá una
    familia carnal que los distraiga.

  • 13. Finalmente la ICAR reconoce y acepta que la
    enseñanza y práctica del celibato es una
    enseñanza o un mandato (ley) de la iglesia y no de
    Dios, por lo cual es posible su abolición o
    modificación, prueba de ello es que en algunos
    países como Ucrania los sacerdotes pueden tener
    esposas.

  • 14. Sin embargo podemos concluir diciendo que el
    celibato debe ser en respuesta a un don, no a una
    decepción o un capricho como se estila saber, pues
    Dios dijo "no es bueno que el hombre estés solo, le
    haré ayuda idónea, recalcó
    además: dejará el hombre a padre y madre y se
    unirá a ella y serán una sola carne.fructificad
    y multiplicad la tierra." esa es la teología de la
    familia que quiere Dios, familias felices Y EL QUE DESEA
    OBISPADO no debe estar obligado a ser célibe SI NO
    TIENE EL DON. Necesita ser ".ESPOSO DE UNA SOLA MUJER."

 

 

 

 

Autor:

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

[1] Fernando Caraballo, Protestantismo y
Biblia, Soluciones
Católicos a los problemas que plantean nuestros hermanos
protestantes (Buenos Aires:
Ediciones Paulinas, 1955), 199.

[2] Daniel Sapia, "celibato obligatorio"
http://www.conocereislaverdad. org/celibato.htm
(09 de noviembre del 2006).

[3] Robert G. Clouse, "Celibato del clero",
Diccionario
Historia de la Iglesia (Nashville: Caribe, 1989), 231, 232.

[4] Karla Paladino, "El Celibato Sacerdotal",
http://www.radioestrelladelmar. com/KP/celibato.htm. (21 de
agosto del 2006).

[5] En adelante ICAR será: La Iglesia
Católica Apostólica Romana.

[6] Tullo Goffi, Ética sexual
cristiana (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1974), 117.

[7] Tony Mifsud, S.J., Una
reivindicación ética de
la sexualidad humana, Moral de discernimiento (Santiago, 1998),
354.

[8] Narciso Jubany, El diaconado y el
celibato eclesiástico (Barcelona: Editorial Herder,
1964), 26.

[9] Ibíd., 26.

[10] Narciso, Jubany, 27.

[11] Fernando Caraballo, 210.

[12] Ibíd., 205.

[13] Fernando Caraballo, 205.

[14] Tony Mifsud, S.J., 360.

[15] Ibíd., 260.

[16] Para una breve historia sobre este
asunto, se puede consultar: M. Rodríguez, El Celibato
(Barcelona: Editorial Herder, 1975), 151-180.

[17] Robert G. Clouse, "Celibato del clero",
231, 232.

[18] Alfonso Carrasco, "Celibato sacerdotal"
http://www.vidasacerdotal. org/articulos/ art160.html. (20 de
agosto del 2006).

[19] Fernando Caraballo, 206.

[20] Narciso, Jubany, 27.

[21] Robert G. Clouse, "Celibato del clero",
231, 232.

[22] Tony Mifsud, S.J., 360.

[23] Fernando Caraballo, 206.

[24] Carlos Fuentes"¿Qué significa Ascetismo?"
http://es.geocities.com/ sacravi rginitas/ascetas.htm (19 de
agosto del 2006).

[25] Tony Mifsud, S.J., 361.

[26] Edward Schillebeeckx, El Celibato
Ministerial (Salamanca: Editorial Sígueme, 1968),
38-40.

[27] Ibid.

[28] Edward Schillebeeckx, El Ministerio
Eclesial (Madrid:
Ediciones Cristiandad, 1983), 154-156.

[29] Robert G. Clouse, "Celibato del clero",
231, 232.

[30] G. Clouse, "Celibato del clero",
Diccionario Historia de la Iglesia, 232.

[31] Edward Schillebeeckx, El Ministerio
Eclesial, 154.

[32] Para más detalles ver: Ricardo
García, Martín Lutero II, En lucha contra los
romanos (Madrid: Editorial B.A.C., 1976), 38-175.

[33] Fernando Caraballo, 207.

[34] S/A, "Sacerdocio y celibato"
http://www.conoze.com/doc.php?doc=1270
(23 de agosto del 2006)

[35] Robert G. Clouse, "Celibato del clero",
Diccionario Historia de la Iglesia, 232.

[36] Para más detalles con respecto a
la tesis del Papa Pablo IV ver: S/A, "Celibato Sacerdotal hoy"
http://www.sacramentos.org/encisacerdoialiscaelibatus.htm (25
de agosto del 2006).

[37] Karla Paladino, "El celibato sacerdotal"
http://www.radioestrelladelmar. com/KP/celibato.htm (21 de
agosto del 2006).

[38] Fernando Caraballo, 198.

[39] Fernando Caraballo, 199.

[40] Ibíd., 200.

[41] Karla Paladino, "El celibato sacerdotal"
http://www.radioestrelladelmar. com/KP/celibato.htm (21 de
agosto del 2006).

[42] Tullo Goffi, Ética Sexual
Cristiana, 118.

[43] Tullo Goffi, 118.

[44] Ibíd., 119.

[45] Fernando Caraballo, 210.

[46] Fernando Caraballo, 217.

[47] Tony Mifsud, S.J., 356.

[48] Robert G. Clouse, "Celibato del clero",
Diccionario Historia de la Iglesia, 231.

[49] Alfonso Carrasco, "Celibato sacerdotal"
http://www.vidasacerdotal.org/articulos/ art160.html. (20 de
agosto del 2006).

[50] Tony Mifsud, S.J., 354.

[51] J. Bonatto, Religión y Moral
(Barcelona:Editorial Liturgia Española, S/A), 179.

[52] Fernando Caraballo, 218.

[53] Remigio De Papiol, El Protestantismo
Ante la Biblia (San José, Costa Rica:
Editorial Sagrado Corazón de Jesús, 1918),
158.

[54] Alfonso Carrasco, "Celibato sacerdotal"
http://www.vidasacerdotal. org/articulos/ art160.html. (20 de
agosto del 2006).

[55] Remigio De Papiol, El Protestantismo
Ante la Biblia, 158.

[56] Fernando Caraballo, 218.

[57] Karla Paladino, "El celibato sacerdotal"
http://www.radioestrelladelmar. com/KP/celibato.htm (21 de
agosto del 2006).

[58] Juan C. Barreto, El Evangelio y El
Romanismo, Manual de
Controversia (Buenos Aires: Editorial Evangélica
Bautista, 1953), 157.

[59] Ibíd., 158.

[60] Ibid., 160.

[61] Carlos R. Erdman, La Primera
epístola de Pablo a los corintios (U.S.A.: Ediciones
T.E.L.L., 1974), 80-81.

[62] Ibid.

[63] Esta sección presenta en general
un resumen y comentario acerca de las consecuencias del
celibato en la sociedad, las diversas acusaciones y denuncias
en contra de los sacerdotes realizadas por miles de afectados
por casos como violación de menores de edad, pedofilia,
violación de mujeres que van en busca de consejos y
hasta mujeres y niños en el confesionario. Estas
acusaciones no son de ahora simplemente sino se remontan a
siglos de silencio, pero ahora más que nunca las
denuncias se hacen cada vez más común.
Básicamente el investigador apoyado por citas de otras
fuentes realiza un comentario y resumen. Es necesario mencionar
además que materiales
para sustentar este capítulo son escasos, no obstante
para más detalles visitar donde se evidencia miles de
denuncias en diversos medios de
comunicaciones hechas en contra del
clérigo, también reveladores informes que
ponen en descubierto muchas evasiones de cargo de parte del
vaticano mismo. Daniel Sapia, "celibato obligatorio"
http://www.conocereislaverdad. org/celibato.htm (09 de
noviembre del 2006).

[64] Daniel Sapia, "celibato obligatorio"
http://www.conocereislaverdad. org/celibato.htm (09 de
noviembre del 2006).

[65] Daniel Sapia, "celibato obligatorio"
http://www.Conocereisla verdad. org/celibato.htm (09 de
noviembre del 2006). Además, Historia del Celibato en la
Iglesia Católicahttp://www.rentapriest.com/.

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